Bienvenidos a la sección de la web que analiza pupilas, amigos de la estupidez congénita de nuestras secciones. En esta ocasión, vamos a aprovechar este apartado para ir repasando los 40 singles que La Oreja De Van Gogh nos ha dejado hasta la fecha -si lanzan un nuevo, lo añadiremos a la lista, aunque arruinará el cómputo redondo de 40-.
Para que os hagáis una idea, la intención es pasar por cada canción sin seguir la línea temporal en la que fue editada, con lo que vuestra favorita puede terminar saliendo en cualquier momento. Y sí, todo el mundo tiene una canción «favorita» de La Oreja De Van Gogh. En cada parada, analizaremos el single, el momento más Oreja, los vídeos oficiales y colocaremos la nota global de la canción con El Pupilómetro: a más pupilas, más nos habrá gustado el lanzamiento.
¡Preparad las pupilas, y arranquemos un nuevo visionado!
El single, ‘Otra Vez Me Has Sacado A Bailar’
En el año 2013, La Oreja De Van Gogh se aliaba con una marca de agua con misterio para dar forma a un nuevo single, que se lanzaría en un periodo entre álbumes que terminó alargándose un lustro completo. La idea era que los fans del grupo dieran forma a una canción -al estilo de lo que Carlos Jean había hecho con ‘Lead The Way’, provocando que años después Electric Nana acabará con las reservas del té de España-, y según lo que se contaba por entonces, recibieron más de 15.000 propuestas.
Como siempre en estos casos, curiosamente decidieron quedarse con una sola de ellas, llevándonos a cuestionar qué fue de las 14.999 restantes y si no era este un proyecto colaborativo. ¿Realmente no había nada destacable en 14.999 propuestas? ¿O provenían de ‘El Planeta Imaginario’? ¿Las tenían guardadas como invent_1266.wav en su biblioteca del Winamp? En cualquier caso, las hermanas Nuria y Raquel Díaz fueron las que ayudarían a los chicos a cerrar la letra de la canción, que incluía guiños a ‘Vestido Azul’ y ‘Soledad’, singles de la era EMEIE de La Oreja.
‘Bailar’ terminó siendo un single que sabía a corta y pega, con tantas autoreferencias que uno terminaba con un tic en el ojo y la pupila a medio observar. Parémonos a contemplar durante unos segundos, cada palabra Orejil que la pareja de autoras y la banda fueron capaces de concentrar en 3 minutos y medio:
«Verano, amanecer, desilusión, penas, habitación, golondrina, sol, vestido azul, anochecer, contraluz, soledad, deshojar, madrugada.»
No esta nada mal. Nada, nada mal. Eso sí, ¿dónde quedó la propia palabra «pupila»? ¿y el «silencio»? ¿El «viento»? ¿Nadie «susurra a los cristales frente al Mar de Santa Obdulia»? Hay que ponerse un poco más las pilas, ¿eh? Menos mal que en su día publicamos para otra web un tutorial sobre cómo escribir una canción de La Oreja De Van Gogh.
El momento más La Oreja
Quedémonos con:
«Una golondrina ha vuelto a mi balcón,
otra vez la vida me ha sacado a bailar
y quiero bailar.
(…)
Viene el sol a verme si me miras tú,
he vuelto a ponerme mi vestido azul,
Y mi boca sólo habla de ti
Se muere por ti.«
Empecemos por lo más obvio: ¿en serio han vuelto a ponerse el vestido azul? ¿Ese mismo que rasgaron con una copa de vino y con el que después escribieron el final con sangre? ¿No está hecho unos zorros ese vestido? ¡Si tiene que parecer de Desigual, incluso habiendo pasado por la tintorería! Entre los rasgados, las manchas… qué desastre ponerse ese vestido para que a uno la vida le saque a bailar. Qué rollo tan emo. Qué poca gana de vivir.
Pero claro, luego recordamos que el motivo de que la vida lo saque uno a bailar es que ha llegado una golondrina al balcón. Que oye, los hay que se conforman con poco y luego está La Oreja, que llega un pájaro y les da el subidón. Anda que no hubiera ahorrado Malú en Tartas de Santiago de haber sabido que una golondrina te pega semejante chute… de alegría.
La Oreja quieren bailar, pero no acabamos de saber muy bien con quién: es decir, por un lado está «tú», que les mira y viene el sol, por otro lado la golondrina, que Dios sabe qué nivel de celos maneja estando en mitad de todas estas historias, y por otro está la vida, que es quien les saca a bailar. Menudo feo a la golondrina y al muchacho que mira y sale el sol, llamémosle Minerva Piquero.
Así era su vídeo
Nunca adivinaríais qué salen haciendo La Oreja De Van Gogh en el vídeo de ‘Bailar’. ¡Exacto! ¡Tocando con los instrumentos frente a un fondo random y unas luces colgando del techo! Tienen que tener a Endesa contentos con cada vídeo que ruedan, que empezamos a pensar que están todos grabados el mismo día y con fondos y estilismos diferentes frente a un croma: «en este ponme unos cactus, en este unas alfombras, aquí ponme el mar muerto, aquí un edificio medieval, colócame aquí el logo de los alcoholes estos…».
Y mientras ellos tocan sin alterar sus guiones establecidos lo más mínimo, a su alrededor la gente se lo pasa pipa y sonríe, porque la golondrina ha ido de balcón en balcón, posándose para felicidad de toda la sociedad. No veáis las agujetas que tiene la pobre golondrina, que en vez de migrar a un sitio con calor, ha pedido un sofá cama en el último balcón que visitó, porque menuda pereza irse después al Caribe.
La gente salta, se ríe, baila, en el clip que parece rodado por Mr. Wonderful y en el que Leire, a Dios gracias, no sale vestida de azul con un vestido roído y lleno de sangre. Aunque como banda sonora del remake de ‘Carrie’ hubiera sido un puntazo.
El Pupilómetro
No vamos a engañaros: ‘Otra Vez Me Has Sacado A Bailar’ es un poco un exceso de todo que nunca terminó de convencernos. Estos experimentos de «amigos, escribid una canción y enviádnosla» siempre terminan más bien en ‘Pesadilla’. Somos más de sus propias pupilas, en las que tienden a tener mejor ojo.
