Pupilas En La Oreja Nostalgia

Pupilas En La Oreja | ‘Cuéntame Al Oído’, los secretos a La Oreja son de vieja

Pupilas En La Oreja | ‘Cuéntame Al Oído’, los secretos a La Oreja son de vieja

Bienvenidos a la sección de la web que analiza pupilas, amigos de la estupidez congénita de nuestras secciones. En esta ocasión, vamos a aprovechar este apartado para ir repasando los 40 singles que La Oreja De Van Gogh nos ha dejado hasta la fecha -si lanzan un nuevo, lo añadiremos a la lista, aunque arruinará el cómputo redondo de 40-.

Para que os hagáis una idea, la intención es pasar por cada canción sin seguir la línea temporal en la que fue editada, con lo que vuestra favorita puede terminar saliendo en cualquier momento. Y sí, todo el mundo tiene una canción «favorita» de La Oreja De Van Gogh. En cada parada, analizaremos el single, el momento más Oreja, los vídeos oficiales y colocaremos la nota global de la canción con El Pupilómetro: a más pupilas, más nos habrá gustado el lanzamiento.

¡Preparad las pupilas, y arranquemos un nuevo visionado!

 

El single, ‘Cuéntame Al Oído’

Cuenta Wikipedia que ‘Cuéntame Al Oído’ fue la canción romántica de 1999. Si os somos francos, no vamos a ponernos a indagar en el catálogo de singles para San Valentín de aquel año, con lo que nos quedamos en estar de acuerdo con la frase, y pasamos página. Y es que, vale, aceptamos que después de ‘El 28’, que tiraba más a la nostalgia, y ‘Soñaré’, que tiraba más a «tómate otra cosita, hija», ‘Cuéntame Al Oído’ era un números romanticón de La Oreja.

Cuenta también Wikipedia, y Dios la bendiga por ello, que la canción es una conversación entre dos amigas, y que una pregunta a la otra, que le responde en el estribillo. Vamos, que es el ‘Summer Nights’ del pop español, cambiando el «tell me more, tell me more» por un «cuéntame al oído, muy despacio y muy bajito». Más que las ganas de cotilleo, en España nos parecía más importante cuidar la calidad auditiva. No sea que fueras con prisas a donde Amaia y la dejaras sorda con tus historias de amor.

La canción es una balada rock grabada con un poco de prisa por parte de la discográfica, que quería que la banda lanzara el disco lo antes posible, lo que provocó que su propio compositor, Xabi San Martín, no pudiera tocar el piano en el mismo. A cambio, se incluyó un soniquete de organillo en la segunda mitad del tema, no sea que no recordáramos que era una canción de La Oreja De Van Gogh.

 

El momento más La Oreja

Quedémonos con:

«El cielo acostado detuvo el tiempo en el beso
Y ese beso a mí en el tiempo.»

Vamos con la reacción obvia:

Y ahora vamos a ver lo que hemos sacado en claro después de un buen rato analizando la letra de la canción: el cielo acostado no pudo detener nada ni a nadie por una sencilla razón. Nadie, en su sano juicio, una vez acostado, se va a preocupar de ponerse a detener nada. Nosotros, francamente, nos ponemos el pijama, y ya no estamos para detener tiempos, ni estar pendientes de besos. Salvo que salgan en Netflix y tengamos todavía un ojo entreabierto. Y ni con esas pulsamos el ‘pause’.

Con lo cual, la credibilidad de la versión de la muchacha que responde es escasa. Por otra parte, el cielo -acostado- «detuvo el tiempo en el beso, y ese beso a mí en el tiempo». No hija, no, porque o tú eres un ente ajeno al espacio tiempo, o ya de primeras el cielo acostado te detuvo a tí. El beso no tuvo nada que ver, el beso no es Piper Halliwell ni puede detener el tiempo. El cielo acostado es otra historia, que heredó el poder de congelación de una nevera Fagor.

Y además, la propia canción se desdice hacia el final, cuando Amaia -aún no era EMEIE- canta: «nos detuuuuuuuuvo en el tiempo, nos detuuuuuuuuvo en en el tiempo». Se refiere al cielo, no al beso. El beso es como ese amigo tuyo que plagia un tuit y se lleva los retuits, cuando en realidad, el cielo, mucho más creativo, fue el que redactó el tuit original.

 

Así era su vídeo

La Oreja se puso cinematográfica para el rodaje de ‘Cuéntame Al Oído’, que, siguiendo las buenas costumbres, era un vídeo cutrísimo pero que, por lo menos, tenía un concepto de fondo. ¿Cuál era el concepto? El filtro sepia, antes de que Amaia se la merendara al ajillo. Porque está claro que en esa época merendar, no merendaba. Ni atención ni hostias, la hemos llamado delgada y punto.

En ‘Cuéntame Al Oído’ se habla de parar el tiempo, pero por algún motivo, aparece un reloj yendo a toda hostia con imágenes de Amaia superpuestas en su esfera. A la vez, una pareja se besa delante del mismo, Amaia posa en un escenario en el que parece estar escribiendo ‘El Cantar De Mío Cid’ y el grupo, que había gastando absolutamente todo el presupuesto en pintar de tono sepia el objetivo de la cámara, se ve obligado a tocar en unas escaleras en ruinas, en la zona de campo de Madrid.

Pero en algún lado tenían que salir tocando, que para algo es un vídeo de La Oreja. El clip cuenta, además, con varios momentos que harían temblar la dirección artística de ‘Roma’: el plano de Montero lanzado una paloma al aire en lo que, estamos seguros, es un espacio cerrado con techo, un primer plano de su pelo sin que pueda verse nada más y que sirve casi a modo de cortinilla de estrellas, y varios eye-rolls de la cantante en los que, también estamos convencidos, estaba escuchando los remixes de ‘Aprendiz’ de fondo en la radio, mientras rodaban.

 

El Pupilómetro

Si dice Wikipedia que ‘Cuéntame Al Oído’ fue la canción romántica de 1999, habrá que valorarla en condiciones. En realidad es un absoluto clásico del grupo, y de hecho, fue relanzada como single en esta década, al promocionar el grupo -ya con Leire- ‘Nuestra Casa A La Izquierda En El Tiempo’. La detuuuuuvo a la izquierda en el tiempo, y esa casa al tiempo en la izquierda.

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