Vamos a empezar puntualizando dos cosas bastante obvias: la primera, antes de que salga alguien a decir, que no nos parece mal que Marta le ponga letra al himno y lo cante donde le salga de la pepitilla, pero al menos permitidnos disfrutar de ello como de un capítulo de ‘El Club De La Comedia’, porque el cover está muy a la altura. Segundo, que no nos merecemos a Marta Sánchez porque, francamente, es complicado ser más diva y espléndida que ella.
https://www.youtube.com/watch?v=3trIpiZgEY4
La autora de clásicos como ‘Eso Es El Soul’ ha llamado hecha un furia al programa de Cristina Pardo, ‘Liarla Pardo’, en LaSexta, y ha afirmado estar hasta la coronilla de las críticas que le llegan, especialmente porque se diga que no tributa en España, cuando sí lo hace. De hecho, gracias a lo que ha cotizado con la era ’21 Días’, el país tiene un set completamente nuevo de palitos de médico en un hospital público. Sin babas de otros ni nada, nuevo y reluciente, de madera buenísima.
Por otra parte, ella, que no habla de política en fiestas fashion, pero nada impide que lo haga en televisión, ha afirmado que le parece «muy triste que sigamos viendo la bandera y el himno como una inclinación política». Ella, que cita a Dios y a «no pedir perdón» en su versión, está cansada de que pensemos que es conservadora. Es que tenéis la cabeza manipuladísima por Dios sabe qué datos, si también dice que «no tiene claro ni ella» cuál es su inclinación política.
El caso es que Marta, diva inmerecida de España y persona que no es como piensas y que es para ti la desconocida, dice que fue al evento invitada por «Álber» y que fue como «marca España». Luego os quejaréis de que los franceses nos tiran la fruta o de que exportamos poco. Tiran la fruta porque el CD single de ‘Cowboy Kate’ nunca se lanzó físico, ni llegó a la frontera. Y se quedaron con los pomelos. Marta está cansada de politizaciones, está cansada de ser vilipendiada y de que la comparen siempre con Madonna. Eso no lo dice, pero es obvio, estando Madonna tan demodé como está. Ella se hace un Pantoja, con una salvedad: está claro que no está cansada de la Familia Rivera. Ni de la familia Arrimadas. Ni Villacís.
