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Lanza A Favor de… ‘Ilusión’, el bombardeo pop de la Edurne casi debutante

Lanza A Favor de… ‘Ilusión’, el bombardeo pop de la Edurne casi debutante

Corría el año 2007, hacía escasos 2 años que Edurne había pasado por la Academia de ‘OT’ -pensad que es prácticamente lo que separa hoy día a Aitana de su Academia-, y después del éxito con el que su primer disco había llegado a las listas del país, aunque nadie diera realmente un duro porque fuera a ser así, el foco estaba puesto sobre la madrileña. ¿Conseguiría no cerrar su carrera en ese punto?

En pleno 2019, 14 años después de su etapa triunfal, aún seguimos hablando de Edurne muy por encima de lo que hablamos del resto de sus compañeros de Academia, siendo Soraya otra de las salvadas, a mucha distancia de la protagonista de hoy. Acaba de culminar su paso por otra edición de ‘Got Talent’, la más exitosa, publicar su nuevo single, ‘Demasiado Tarde’, y cambiado de management después de unos discutidos años con Óscar Tarruella.

Pero hace 12 años, el segundo álbum de Edurne no funcionó tan bien como su carrera en la actualidad: ‘Ilusión’ llegaría cargado de la misma, pero sus apenas 11 semanas de vida en la lista de ventas no dieron para un mejor puesto que un #13. Cierto es que luego las cosas irían a peor, hasta las 13 semanas y el #6 de ‘Adrenalina’, impulsado por Eurovisión y las cifras más bajas del país, pero aquel disco fue un tropiezo que mereció funciona bastante mejor. Hoy, rompemos una lanza a favor de ‘Ilusión’.

 

Eran canciones adaptadas, pero coherentes

Sí, ‘Ilusión’ no era precisamente lo que se dice un álbum personalizado, y seguía con las costumbres del pop español de principios de los dosmil, cuando aún considerábamos a la industria patria incapaz de dar a luz a un producto en condiciones. Sin embargo, tampoco Edurne escondía este hecho, reconociendo que había escogido de entre un repertorio ya preparado: «Escuché un montón de canciones y elegí los temas. Me fijo en la melodía y para que me guste tengo que imaginarme en un escenario cantándola», decía por entonces a la revista Woman.

Al menos, como decíamos, Edurne había seleccionado temas, pero el producto resultó en algo bastante coherente, en su base muy pop, pero con un hilo de arreglos de electrónica Kyliesca -pardon the comparison-, y otros tantos guitarreros muy del gusto de la época (salvando las distancias, Girls Aloud hicieron lo propio en ‘Tangled Up’ aquel mismo año): ‘No Mirar Atrás’, ‘Si Me Dejas En Paz’ u ‘Hoy Voy A Estallar’ siguen esta tendencia, mientras que ‘Ilusión’, ‘Ven Por Mí’ o ‘Los Ángeles También Pecan’ quedaba más cerca de lo Minoguesco.

 

Era la evolución lógica de la Edurne de ‘Despierta’

Después del decente éxito de su álbum debut, que fue certificado Oro, a Edurne se le presentaban dos salidas más o menos obvias: la de ‘Despierta’, que queda más cerca de lo mostrado en el este álbum, por los motivos que planteábamos en el párrafo anterior; o el de ‘Amores Dormidos’, que implicaba un giro más radio-friendly de su música, más al gusto del consumidor medio en España.

Y seamos claros, la salida más fácil para ella hubiera sido la de ‘Amores Dormidos’ -que aún tiene algún pequeño guiño en ‘Ilusión’, con ‘Lo Que Sientes’ o ‘Fue Para Los Dos’-, pero la más atrevida era la de seguir el hilo de su primer single. Porque, de nuevo echemos la vista atrás, vivíamos en un país que no había abierto sus brazos al pop, que todavía no había conocido el fenómeno fan de redes sociales (Twitter, por ejemplo, acababa de nacer y estaba lejos de ser un pelotazo), y en el que, por tanto, ‘Ilusión’ era casi un atrevimiento.

Presentar un disco con un corte como ‘Ven Por Mí’, era saber que las radios, con alta probabilidad, cerrarían sus puertas al estilo. Así que kudos por arriesgarlo. No shade, pero Soraya, por ejemplo, lanzaba su segundo álbum de versiones aquel año. Con más éxito, claro está.

 

Por que había singles con los que estirar su trayectoria

Ella y su equipo arriesgaron, pero la discográfica no estaba ahí para tirar el dinero: sólo se publicó single y medio del disco, con esa segunda mitad siendo la más segura ‘Fue Para Los Dos’, que apenas se envió a radios para ver si sonaba la flauta. Pero había material singleable en ‘Ilusión’, a pesar de que no fuera a funcionar con toda probabilidad.

La canción que da título al disco es un disco-funky sugerente que tiene su aquel, ‘Sin Control’ hubiera hecho las delicias del actual Stan Twitter, y ‘No Mirar Atrás’ amaga un ritmo reggaetón que hoy tendría muchísima más salida en pleno verano. Un anuncio de cerveza pediría ese tema a gritos, por ejemplo.

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