Es probable que si a partir de hoy alguien le pregunta a Lady Gaga por ‘House Of Gucci’, a la artista ese título le suene solo como salida a tener que rimar algo con, yo qué sé, «Susan Lucci». O «cuchi-chuchi». O que le parezca que se refieren a una trattoria napolitana a la que viajó una vez para poder hacer un TikTok con ‘Duecentomila Ore’ de Ana Mena. Después volvió a coger el jet privado y juró, ante notario si hiciera falta, que esa es la única vez en su vida que pisó Italia.

¿Y todo por qué? Porque ayer se hicieron públicas las nominaciones a los Premios Obscar -que diría Belinda- y la artista de clásicos como ‘It’s De-Lovely’ se ha quedado fuera de la categoría de Mejor Actriz. Están Jessica Chastain, Nicole Kidman, Olivia Colman, Penélope Cruz y Kristen Stewart, pero de Lady Gaga nada. De hecho, ‘House Of Gucci’ sólo ha conseguido una mención en los premios, en Maquillaje y Peluquería, con lo que es más posible que triunfe más en los Razzie, donde cuenta con dos nominaciones. Eso sí, ambas para Jared Leto. Si le preguntamos a Gaga por Jared Leto, dirá que ella es más de Porsche, pero que también es una marca de coche que le gusta.

Y es que Gaga llevaba meses haciendo méritos para los Oscar. Todos sabemos que el camino hacia los Premios se sustenta en una buena actuación, pero después hay que mantener el tipo durante toda la etapa de promo, haciendo una performance pro-Oscar casi a la altura de la realizada durante el film. Y ahí, Gaga tocó todas las casillas: explicó 600 veces cómo se metió en el papel de Patrizia Reggiani, los meses que pasó absorta en el personaje, que se emborrachaba con los props de tan centrada que estaba en la experiencia, que escribió una biografía de 80 páginas sobre la mujer… vamos, sólo le faltó contar que la mató con sus propias manos, después vació sus órgano y se metió dentro del cadáver durante varios meses para no perder el personaje. Quizá por eso no promocionó ‘Chromatica’, estaba hibernando dentro de Patrizia.

Pero no le ha servido para llegar al Oscar, aunque ya tenga uno a Mejor Canción por ‘Shallow’. Le ha sabido a poco. Y posiblemente su publicista esté ahora siendo flagelada a golpe de latigazo en algún sótano en Los Ángeles. Cuando salga de allí, es probable que el mejor trabajo que pueda encontrar sea el de asistente de Barei.

Y Gaga pasará a otra cosa, a otro álbum de jazz, a otra película. Esperemos que no sea una catastrofista tipo ‘El Día De Mañana’, porque es capaz de provocar un tsunami en el Atlántico sólo para poder vivir la experiencia en primera persona antes de contarla. Y cuando acabe ganando un, qué sé yo, un SAG de esos que tendrá guardado en el altillo de la cocina, comentará:

«¿Tsunami? No estoy muy familiarizada con la comida japonesa. Prefiero el kebab.»

 

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