¿Habéis visto el reboot de ‘Embrujadas’? Bueno, obviamente no, qué pregunta tan absurda. Como nosotros sí, porque nos tragamos cualquier gaita, os contamos de qué va para entender el paralelismo:
- Son tres hermanas que son brujas y feministas.
- Latinas y feministas.
- Atacan a demonios machistas porque son feministas.
- La trama es feminista.
- FE👏MI👏NIS👏TA.
Y claro, como la mayoría de veces, el mensaje funciona mejor cuando no hay que explicarlo de forma tan obvia. Vemos un ejemplo:
- «Van dos y se cae el del medio». LOL, jijiji, qué risas, me mondo *hace gesto de pelar una mandarina*.
- «Vos dos, osea uno va como delante y el otro va detrás, ¿no? Y entonces en la mitad pues hay un espacio vacío. Vamos, vacío tampoco, porque hay aire, pero entiéndeme, que no hay una tercera persona. Entonces va y se cae el del medio. ¿Lo pillas? O sea, porque no iba nadie en medio. ¿Cómo iba a caerse? ¡Si estaba vacío! Había dos, y en el centro era imposible que hubiera nadie. El aire no se podía caer». Grillos.
Bueno, pues básicamente eso es lo que ocurre con el single de Superbowl Kween Merche. Que tiene una base dignísima con la que haberse marcado un pedazo de bop con el que abrir el intermedio de 2020, que es un uptempo de darlo todo con palma flamenca incluida, que tiene un vídeo fantástico donde por poco se le cae la cabeza al suelo de tanto inclinar el cuello, pero que arranca diciendo que es «feminista total».
No parcial, es decir, no al 45,4% de feminista, o al 62,1%. Total. Y luego hay como 6 o 7 versos que te explican en qué consiste. En, más o menos, llevar minifalda y tacones cuando quiere. Que muy bien, feminismo, genial. Pero sobreexplicado. Demasiado literal. Como diría Sophie Ellis-Bextor, «leave something for me and my imagination».
