Crítica

‘Now’ | 15 años después, Shania Twain se reencuentra con la realidad

‘Now’ | 15 años después, Shania Twain se reencuentra con la realidad

15 años de silencio. 13 si descontamos el par de temas inéditos que Shania Twain incluyó en su ‘Greatest Hits’ antes de desaparecer de la faz de la tierra. Literalmente. La cantante ha vivido durante esta última década y media varios dramas personales que han forzado su retiro; el más público y evidente, el abandono de su marido, que se fue con su mejor amiga, dejándola sin representante y productor, puesto que él hacía las veces de todo ello. Para colmo de males, la enfermedad de Lyme que la cantante sufría la dejó sin voz poco después, y Shania tuvo, ya no sólo volver a aprender a cantar, sino incluso a hablar.

Años después del encadenamiento de situaciones peliagudas, ya vuelta a casar -con el ex-marido de la amiga que se fue con su marido, todo un telenovelón- y con ganas de dar guerra tras el tour ‘Rock This Country’ que se marcó por todo Estados Unidos, la cantante vuelve con un nuevo trabajo, ‘Now’, pero ¿qué tal le ha sentado esta vuelta a la realidad de 2017? ¿Ha sido capaz de adecuarse al tiempo que la rodea?

Veamos primero los tres temas que hemos rescatado de ‘Now’ y pasemos después a hablar más del álbum.

 

Swingin’ With My Eyes Closed

Afrontemos la realidad de la nueva era de Shania Twain con un punto positivo de arranque: ‘Swinging With My Eyes Closed’ es, posiblemente, lo más cerca que lleguemos a estar en todo el nuevo trabajo de la Twain de antaño. Algún destello de diversión, un buen estribillo con toques country pero de base pop, y ahora, un vídeo sin mucha historia que vende en condiciones la canción. Cómo esto no sirvió para single inicial de ‘Now’ sólo se entiende por su elección según el disco fue puesto a la venta, pero desde luego, es, con muchísima diferencia, la mejor y más directa canción del disco.

 

We Got Something They Don’t

Si algo hay que darle a Shania con este trabajo, es que lo ha mantenido entre pocas manos, y al menos tiene un producto bastante coherente entre manos. Jacquire King se ha hecho con el control de este tema y otros cuantos del álbum, después de trabajar con gente como Norah Jones, James Bay o Kings Of Leon. El regustillo rock integrado con el puntito extra-pop de las trompetas está muy bien trabajado, y el mensaje de la canción es positivo «estamos ardiendo, estamos en casa, no me digas que no sabe bien estar en casa».

 

Poor Me

Y aquí es donde tenemos el problema. El resto de ‘Now’ tiende a parecernos bajaste flojo, aunque en el siguiente párrafo ahondaremos en ello. Por ende, la tercera canción que seleccionamos del disco es ‘Poor Me’, que no nos fascina especialmente, pero sí consigue destacar dentro del trabajo completo. La producción, algo The Chainsmokers -se criticó en su momento que sonara a plagio de ‘Don’t Let Me Down’, y con razón- desemboca en un mensaje que podría incluso sonar autoparódico de no ser por la interpretación tristona que hace Twain de ella: «todo lo veo gris, aún no puedo comprender que me dejara, para amarla a ella», lamenta Shania Twain después de un estribillo electrónico con un buen juego de palabras que deja entrever algún problema con la bebida después de la separación.

 

Y es que ahí es donde Shania se ha dado de bruces con la realidad: ni está vocalmente recuperada como para grabar álbumes y salir de gira, ni está emocionalmente lista para salir adelante con una sonrisa. Eso es lo que da a entender ‘Now’, un disco en el que su voz rara vez deja el destello de antaño, rara vez saca una sonrisa como lo hizo mil veces con temas como ‘Don’t Be Stupid!’, ‘I’m Gonna Getcha Good!’ o incluso ‘Party For Two’, la divertida canción junto a Mark McGrath que abrió su anterior lanzamiento.

Nada de eso existe en un ‘Now’, que en vez de celebrar la liberación de la cantante, parece ponerle más y más cadenas. «Me mató que dieras tu vida por estar con ella», lanza en el primer single, ‘Life’s About To Get Good’, que no termina de encontrar unión entre letra y melodía, igual que en ‘More Fun’, cuando su voz no vende el producto; no hay ni fun, ni termina de parecer creerse lo que dice, «es ahora y aquí, y tenemos el poder, estamos empezando», canta sin demasiado convencimiento de causa.

Y es que por eso decimos que Twain no está en condiciones vocales o psicológicas de hacerse cargo de este proyecto, todo se ha quedado a medio gas, ni ese momento Mark Ronson de ‘You Can’t Buy Love’ levanta los ánimos, ni el country oscuro de ‘Roll Me On The River’ se luce en el disco como lo haría en el de otras. A ‘Now’ le sobre autocompasión y le falta chica, le sobra la mirada atrás y le falta presente.

‘Who’s Gonna Be Your Girl’ tiene un pase dentro del dramatismo que destila, pero cuando intenta uno coger carrerilla vuelve a darse de frente con cortes como la deprimente ‘I’m Alright’, que vuelve a ahonda en el abandono sentimental y sume a Shania en un bucle del que necesita salir cuanto antes.

Y sí, es Shania, y como ya tiene su rodaje, le damos el beneplácito de un disco para quitarse los fantasmas de encima, hacerse con el control de su carrera de nuevo y ponerse las pilas. Sólo esperamos, por su bien, que el siguiente trabajo tarde menos en llegar y ella tenga la capacidad de valorarse más y mejor que en ‘Now’.

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