Nicki Minaj ha estrenado el vídeo para ‘No Frauds’, su single junto a Drake y Lil Wayne, y tal y como contábamos hace unos días, tiene Londres como enclave central. Algunas escenas tuvieron que ser regrabadas después del último atentado terrorista en el puente de Westminster, pero aún así, Nicki ha aprovechado bien su entorno en la primera mitad del vídeo.
La segunda mitad es un poco más batiburrillo, con ella y Drake pasándoselo relativamente bien de fiesta. Eso sí, no entendemos muy bien por qué Drake se ha vestido de personaje ochentero de ‘Halt And Catch Fire’ mientras ella lleva encima más látex que el que tienen en la fábrica de Durex. El caso es que a su lado, Drake no llega a brillar tanto ni en su parte del rap, en la que los caretos se le terminan de ir un poco de las manos.
No es de extrañar por tanto, que hacia el final del vídeo, la que termina con una corona en la cabeza sea la propia Nicki, que trata de compartir trono con Lil Wayne dándole paso a su rap. Pero él entra en el vídeo como un elefante en una chacharrería y se la trae al pairo cuál sea la ambientación, el concepto o todo lo que le rodea. Él se pone a hacer su papel de colgao entre oros y Nicki termina mirándole con cara de «bueno, peor le fue a Alaska cuando invitó a Sara Montiel a participar en aquel vídeo».
Como no podía ser de otra forma, ‘No Frauds’ termina con Nicki cerrando los ojos para pasar el mal trago de compartir planos con semejantes pazguatos.
