Los Grammy van a volver a apuntalar la edición del año que viene con más cambios, después de que el desplante a The Weeknd en 2020 fuera un absoluto escándalo. No únicamente por el hecho de que ‘After Hours’ fuera uno de los mayores éxitos -por no decir el mayor- del último año, sino porque además fueron muchos los artistas que expusieron a la Academia por contar con un «comité de nominación». Una serie de personas que deciden los nominados finales, atendiendo a las votaciones de todos los académicos votantes, pero cambiando sus sugerencias si así lo consideran oportuno, antes de la publicación de las nominaciones finales.
Un proceso nada transparente, que muchos han criticado por no conocerse quién forma parte de los mismos y porque, además, supone un esfuerzo de bienquedismo por parte de los artistas hacia los Grammy. Los que no pasan por ese aro, como ha podido ocurrir en la última edición, se terminan quedando fuera de la tabla. Otra gran damnificada de este funcionamiento ha sido Halsey, que a pesar de dar el perfil de nominada y haber arrasado con canciones como ‘Without Me’, sólo ha recibido una mención en toda su carrera, gracias a una colaboración con The Chainsmokers.
Según informa Billboard, este funcionamiento podría llegar a su final este mismo año, porque la Academia estaría planteándose eliminar los comités, dejando en manos de los votantes estándar la decisión de quién debe estar nominado y quién no. Eso sí, los Grammy pasarán antes un «proceso de recalificación» a sus miembros, para asegurarse de que «todos los votantes participan activamente en procesos de creación musical». Es decir, que nadie revisará sus elecciones -a priori-, pero tampoco votará un señoro que pasara por ahí pero realmente no se dedique en absoluto al mundo musical.
De primeras, esta es una estupenda noticia que dotará de mayor diversidad y cercanía a los Premios, amén de de una mayor transparencia, que gran parte de la industria reclama desde hace años. Veremos cuál es la decisión final.
