Pobre Lily Allen, que incluso en la era del streaming se le filtra el material, y su single de comeback ha visto la luz antes de tiempo por las oscuras redes de la interweb. Por lo tanto, ha tenido que ponerse las pilas, hacer unas llamadas, y colgar la canción en todas las plataformas habidas y por haber, excepto en aquellas que lució Geri Halliwell en los Brits 1997, para evitar que todo Dios hablara de su regreso sin ser la historia legal.
Ahora sí, ya podemos disfrutar de ‘Trigger Bang’, una colaboración de Allen con el artista de grime Giggs, que tenemos la impresión, funcionará más como buzz single que como primer lanzamiento oficial del cuarto disco de estudio de la británica. Y ojo, no porque no sea una buena canción -que lo es-, o porque no tenga mucha pinta de ir a ser un hit -que no la tiene-, sino porque tenemos la impresión de que Lily Allen tratará de buscar algo con mayor inmediatez que este tema a la hora de lanzar el álbum completo.
No olvidemos que se le ocurrió promocionar el fantástico ‘Sheezus’ con ‘Air Balloon’, que era posiblemente lo más single pero menos canción de todo su tercer trabajo. En cualquier caso, volvamos al tema que nos ocupa, y que, sin volverse de todo loca, oscurece un poco el sonido de Allen. Carga de piano, comentarios sobre el consumo de sustancias que hacían que «se le pasara la vergüenza» y un estribillo a base de disparos bastante bien traído.
Al parecer, su nuevo disco tratará de temas más personales, sociales y políticos, amen de seguir ahondando en su fama y las consecuencias de la misma. La pregunta es, con este giro, que no sabemos si también será en el estilo musical, ¿conseguirá Lily Allen sobreponerse al fiasco comercial -inmerecido, insistimos- de ‘Sheezus’? ¿O la confirmara ‘The 4th Wall’, título provisional del disco, como artista de base más independiente?
