Recapitulemos, porque Louisa se ha convertido en la versión con factor equis de un camaleón. Cambia tanto de colores que podrías confundirla con el pelo de Marina, de ‘OT’, o con Rosa Díez. La Johnson se proclamó ganadora de ‘The X Factor’ hace ahora tres años con un perfil baladista, de vozarrón, de favorita de las madres, de nuera perfecta, de chica del portal de al lado que guarda en secreto querer ser la protagonista del musical ‘Cats’, habiéndose comprado unas zapatillas con garras para sentirse más cerca del personaje.
Pero después del programa, parece que ella y todo su equipo se olvidaron por completo de ese perfil: se presentó como una chica pop, simpática, con canciones de catálogo intentando conseguir un hit, y más o menos, consiguió un top20 con ‘So Good’, pero se la pegó con el siguiente. Así que, tercera reinvención: un amago de Christina Aguilera con ‘Yes’, un bop sucio que le quedaba enorme y que además, lastró con un vídeo sin gracia ni chispa alguna.
Y falló de nuevo, con lo que llegamos a la cuarta Louisa en tres años, la acompañante dance en el último single de One Bit, ‘Between You And Me’, una de esas piezas dance para el verano que funcionarían en las manos de Sigala, pero que probablemente se queden en tierra de nadie con este trío. De momento, gélida acogida para la canción, fuera del top150 del iTunes británico, y sin asomarse al top200 de escuchas en Spotify.
Louisa ha estado falta de concepto desde el principio, y lamentamos que así sea, pero es la explicación perfecta de cómo una estrella del pop no sólo tiene una gran voz. Hubiera sido mejor ganadora de ‘The Voice’ que de un ‘The X Factor’ que, tres años después, sigue sin verse demasiado por ningún lado.
