O Jesy Nelson tiene preparado un desembarco en Estados Unidos que no sabemos muy bien cómo piensa ejecutar, o nos hemos perdido bastante con el lanzamiento de su single debut, ‘Boyz’, que así de primeras tiene cero gancho para el público pop-urban británico. ¿Es un mal tema? No, desde luego no es un cuadro, pero también es cierto que no es el bop que imaginábamos que tendría guardado como as en la manga. No tiene el appeal hip-hopero de los noventa que esperábamos conociendo el sample, ni tiene el appeal pop que imaginábamos considerando las imágenes que vimos del vídeo. Es una cosa entretenidilla a medio camino entre lo primero y lo segundo. Así de primeras, un ni fu ni fa, aunque podría terminar siendo un grower y pegarse con unas cuantas escuchas.
Eso sí, la estrategia es como mínimo confusa: no ha habido peor combo en UK que vender imaginario americano para una artista británica, y todo excepto el bikini con la Union Jack que aparece durante 2 segundos es más bien americano: ese set tipo ‘Mujeres Desesperadas’, esos looks de Jesy como si fuera la sustituta de Left-Eye en TLC, ese tono de piel que no sólo compite sino que outblackea a Nicki Minaj durante sus apariciones conjuntas… con lo riquísimo en elementos, sonidos y estética del urbano británico, que Nelson haya apostado en ‘Boyz’ por cruzar el charco al 100% es tremendamente llamativo. Y sobre todo, arriesgado, considerando el precio que pagaron anteriores artistas británicos tras pasarse de americanos (la debacle de Craig David, Joss Stone o Cher Lloyd vino provocada en parte por ese factor).
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En ‘Boyz’, Jesy rapea y canta, y demuestra que talento como solista tiene de sobra, porque a estas alturas de carrera tiene el morro suficiente como para sacarse todo el partido. Y porque sigue teniendo una voz muy identificable. Pero el postureo de ‘Boyz’ se nos antoja un tanto pasado de rosca, le ha faltado ponerle un poco de humor al vídeo oficial, más allá del momento en el que Diddy aparece y la llama «Jeny, Jesy, Little Mix, o como sea que te hagas llamar ahora». La estética over the top se prestaba a más sorna y menos fiestón malote que llega a revolucionar el barrio bien.
Ahora mismo, esto no pinta a ir a suponer una bomba en manos de Jesy. Veremos si estamos equivocados.
