El próximo día 5, James Arthur pondrá a la venta su primer libro oficial, ‘Back To Boy’, una especie de biografía en la que narra cómo ha pasado los últimos años, y desde luego, no se va a dejar detalles en el tintero. Así que olvida por un momento el drama de Chenoa y Bisbal, porque tenemos nueva pareja frustrada en la oficina, la de James Arthur y Rita Ora, que también terminó sus días como el rosario de la aurora.
Resulta que, en el libro, Arthur cuenta que tuvo una relación sentimental con Rita Ora, en un momento en el que él estaba hecho un cuadro:
«Me quedé a cuadros cuando supe que Rita tenía interés por mí. Me dije a mí mismo que no podía ser real, que había cometido un error confundiéndome por alguien cool. Estaba muy confundido. Me pregunté si era muy buena actriz, en el fondo estaba tan colocado en aquel momento que mi paranoia estaba por las nubes. Rita y yo quedamos unas cuantas veces más y tuvimos unas noches fantásticas. Una vez me dijo que me quería, lo dijo de forma tan real que quise creérmelo, aunque sonara a locura».
Sin embargo, aquella historia terminó poco después del ‘The X Factor Tour’ que llevó a James Arthur por todo el Reino Unido, y Rita, que en aquel momento estaba despuntando con su primer álbum en el país, empezó a mostrarse más fría con él. Fue la ruptura la que, al parecer, terminó de llevar a James Arthur a un camino autodestructivo:
«Tuve un montón de encuentros sexuales de los que ni me acuerdo, porque iba colocadísimo. Sólo era consciente de que había cogido peso, y muchas veces insistía en mantener mi camiseta puesta durante el sexo, porque me sentía súper gordo y desagradable. Me convirtió en un adicto al sexo y a la marihuana. Podía tener relaciones una noche, y a la mañana siguiente, y volver a llamar a otra chica por la noche. Me hacía sentir mejor conmigo mismo.»
Al parecer, no sólo la relación con Rita provocó el desajuste del cantante, sino también la gira del propio programa en el que había salido vencedor:
«Tuve ataques de pánico noche tras noche. Pensé que me iba a morir, tenía muchísima ansiedad. Esto fue en la segunda semana del programa (…), para cuando salimos de gira, parecía una ballena. Me destruía con comida basura y drogas, Burger King para desayunar, KFC para comer y Domino’s para la cena. Toda la gira la tengo borrosa porque estaba totalmente colocado de maría y antidepresivos.»
Sumado a todo esto, por si ya de por sí fuera poco, el ir ganando dinero no ayudó en absoluto a los problemas de James, que dilapidó su fortuna inicial en el juego y las drogas. Al cabo de unos meses, debía más de 200,000 libras y estaba al borde de la bancarrota. Para colmo de males, el escándalo de su presunta homofobia -un tema que arregló después en el prime time televisivo-, hizo que su álbum y los singles que precedieron al primero no funcionaran como se esperaba, y terminó siendo despedido de su discográfica.
«Sólo quería acurrucarme en una bola y morir. Escuchaba voces que me decían que tenía que ponerle fin a todo: «mátate, James, no te queda futuro, sólo un agujero vacío», me decían. No veía salida a mi vida, y mucho menos, a mi carrera.»
Tremendas declaraciones las del cantante. Lo cierto es que era evidente que después de su debut había entrado en una espiral bastante chunga, pero hasta que lo cuenta desde su perspectiva personal es imposible imaginarlo del todo. James, que ahora trabaja para una asociación de salud mental en el Reino Unido, consiguió poner en orden sus adicciones, y durante tres años, trabajó para conseguir una estabilidad mental que finalmente, hizo que remontara tanto social como laboralmente: su último álbum, ‘Back To The Edge’, fue Platino en el Reino Unido, y el cantante volvió con el #1 ‘Say You Won’t Let Go’, para sorpresa de todos. El éxito del single provocó que Syco volviera a contratarlo en su plantilla.
