Hacía tiempo que no sabíamos mucho sobre David Lafuente, Héroe Nacional por múltiples méritos: lo mismo se opera las ojeras, que los labios, que la mandíbula, que cualquier cosa que no sea su discografía, que es precisamente lo que más arreglos viene necesitando de todo lo que le rodea. Gracias a Dios, esta semana ha vuelto a ser noticia por algo maravilloso: pretende demandar a dos Youtubers por «infamias y calumnias«. Infamias, que no injurias, ojo. Una fantasía. Ojalá también los denuncie por no cumplir con lo acordado en los fueros y por brujería, pidiendo su quema en la hoguera de la plaza del pueblo para demostrar que no son brujos.
En fin, mientras se abanica con un manojito de hierbabuena para espantarse los malos espíritus de alrededor, David Lafuente está ocupadísimo alterando su perfil de Instagram: en apenas un par de días, ha pasado de eliminar un puñado de fotos, a bloquear comentarios, desbloquearlos, y dejar su muro con apenas una veintena de fotos. Eso sí, no ha comentado gran cosa sobre el asunto, porque bastante bola se ha hecho ya de por sí.
¿Y por qué? Pues porque Lafuente no contemplaba que al anunciar la demanda a dos Youtubers, estos pasarían a hablar de ello en su canal. Oh, que sorpresa, qué inesperado, quién iba a imaginar semejante giro argumental. Aquí tenéis la historia completa, que no tiene ningún desperdicio. Incluye DMs, búsquedas de «papis cerdos XL» y sí, una dosis de mofa al tema de las infamias.
El caso es que, en resumidas cuentas, el Héroe Nacional contempla que sacarle del armario es calumniarle. Porque como todos sabemos, la base de su éxito es la heterosexualidad. De ahí que su éxito sea nulo, claro. Cierto es que también hace años que se conocen los vídeos de su persona que estaban colgados en una popular página de contenido gayer, y que en su etapa Auryn tanto se emperró por hacer desaparecer. A little too late, que diría JoJo.
Que lo mismo no son los Frewaska los que le ha sacado del armario, sino el vox populi en general. Y salvo que al Héroe Nacional le de por denunciar a toda España -nos le deis ideas, por favor-, está la cosa complicada de cara a acallar este asunto. Claro que tener un perfil en páginas de citas gay tampoco ayuda. Es decir, no es algo que debiera esconder, porque nos parece igual de normal que ver a Belén Aguilera o Angy en Tinder, pero dudo que ellas fueran a demandar a nadie por llamarlas hetero. Como idea, vaya.
En fin, gracias a la magia de internet sabremos más sobre el asunto con el paso de los días, de modo que no le quitaremos ojo al asunto. Lo que sí puede ser es que él se quite un par de costillas. Por cierto, si estáis pensando en flirtear con él online, os avisamos de que «no soporta la pluma». Así de mal escribe el pobre después, tanto usar el teclado del iPad en vez de una buena pluma…
