EMEIE no está dispuesta a volver a Foster’s Hollywood porque la han tratado no como persona, sino como a un animal. De los que sirven en el plato, además. Una atención pésima, vaya. Ni atención ni hostias, que la han llamado gorda y punto. Esperad, que nos estamos liando de polémica. Hoy no es que nadie la haya llamado gorda, ni que se haya operado la cara, ni nada del estilo, hoy el tema es que EMEIE está indignada por el mal trato en un restaurante.
Y así lo ha hecho público en Twitt
er, donde ha colgado el siguiente mensaje:
EMEIE ha dejado claro que hablaba de Foster’s Hollywood no porque los cite en el tuit, sino por los hashtags que usa, que dan pistas, también de su localización. No acudáis allí, las kokotxas las sirven frías. Efectivamente, porque no esperaréis menos de nosotros que el que nos inventemos las posibles causas de las disputas de la noche. Por tanto, hemos recreado tres posibles escenarios que podrían haber causado el enfado de EMEIE en Foster’s. Vamos allá:
Escenario uno de la dispute
EMEIE entra con unas amigas, llamémoslas Siri e IDOIE, a Foster’s Hollywood. Toma asiento, pide unos entrantes, y se dispone a pedir croquetas de marmitako al camarero. Amablemente, él le indica que no tienen de eso, y que haga el favor de ceñirse al menú. EMEIE pide, con insistencia, hablar con Juan Mari Arzak, mientras el camarero le insiste en que Arzak no lleva el Foster’s y que, por tanto, no puede traerlo a la mesa. EMEIE, indignada, afirma que hablará con Masterchef para solucionarlo y que esto no quedará así, mientras mete los nachos en el bolso y trata de dar un portazo al salir, hasta darse cuenta de que las puertas son automáticas y correderas.
Escenario dos de la dispute
EMEIE entra a regañadientes a Foster’s Hollywood, porque ya le había aclarado a IDOIE que ella se había vestido pensando que iban al Peggy Sue’s, y que ahora su traje de pin up queda ridiculísimo. Una vez dentro, el camarero les da los menús y EMEIE pide unos talos con txistorra, para tomar allí. El camarero le confirma que se han quedado sin txistorra pero que puede hacérselos de chorizo de Pamplona, y EMEIE se levanta montando un escándalo y afirmando «‘¡veliente mierde de ferie de Sente Temés tenéis aquí mentede!». Cuando el camarero trata de explicarle que en Hollywood no se celebra Santo Tomás, EMEIE ya salía del local indignada, aprovechando para tirar al suelo varios discos de ‘Oxígeno’ que había en la entrada del FNAC.
Escenario tres de la dispute
EMEIE entra a Foster’s Hollywood indicando que tiene una reserva para las 9. El camarero le pregunta si está «a nombre de Leire». Se lía la de Dios.
