Estrenamos nueva sección -no paramos oiga, no paramos, estamos que lo regalamos-: una en la que analizaremos las más llamativas carátula de álbumes, singles, mixtape, EPs o lo que se nos ponga en la punta del cover y decidiremos si habría que amarlas – #TeamHilary – y odiarlas -#TeamDavid-: arrancamos con ‘Tu Cover A Juicio’.
Hoy rebobinamos hasta 1999, cuando, meses después de abandonar Spice Girls, Geri Halliwell se lanzaba en solitario con una carátula bien vistosa y un absoluto cambio de aires y look.
Empecemos diciendo que Geri sale estupenda. No es que la muchacha sea especialmente guapa, porque tiene cara de inglesa que tiene 20 años durante 3 minutos y medio y automáticamente pasa a tener 40, pero en la carátula del álbum, y en todo el disco en general, rejuveneció notablemente con respecto a su imagen de Spice Girls, y el rollo de muchacha con la cara más lavada y un aspecto más fresco que de fresca la benefició.
La tipografía nos encanta, y la combinación de colores también, con el azul de los ojos con bien de saturación y las letras del título al hilo de los mismos, el pelo con ventilador, el eyeliner… todo parece bien colocado y estudiado. Además, el logo de ‘Schizophonic’ tenía un aureola dibujado porque también existió la portada del demonio, que estaba en el lado opuesto del libreto, y también era bastante molona, en un rollo mucho más sexy.
Somos más fans del lado blanco, pero el tracklist de Geri estaba desdoblado entre los uptempos sugerentes y las canciones más melódicas, y quiso simbolizarlo con las dos carátulas y logos. Otro motivo más para amar la portada de ‘Schizophonic’. O las dos, de hecho. De Puta Spice a Puta -PeroInteresadaEnOtrasCosas- Spice.
La falta de riesgo absoluto: Geri se hizo caquita después de crear un buen concepto para ‘Schizophonic’. Sobra explicar que el título parte del juego entre ‘esquizofrenia’ y la propia ‘esquizofonia’, que os explican bastante bien en este blog. En resumen, la palabra define la diferencia entre lo que uno ve y lo que uno escucha, algo a lo que la propia Halliwell se podría estar refiriendo en ‘Look At Me’: «what you see ain’t what you are getting».
Sin embargo, y tirando más del concepto esquizofrénico, lo que Geri Haliwell lleva en la carátula del álbum no es una angelical camisa, sino una de fuerza. Geri iba vestida con una camisa de fuerza pero desechó la idea de que se viera por considerar que podría parecer una ofensa hacia las personas que sufrían enfermedades mentales. Chica, ‘Lift Me Up’ sí que era una ofensa para ellos y el resto de la humanidad, y no sólo no te pensaste dos veces el lanzarla, sino que, además, le hiciste un vídeo con marcianos low-budget.
Por tanto, esa falta de riesgo es nuestra principal baza para odiarla. Pero es que, además, vamos a ser sinceros: en junio del 99 nadie había perdonado a Geri el desplante Picante, y por mucho banger que se marcara en el disco -‘Bag It Up’, qué fantasía-, aunque escocía su marcha. Ni os cuento ya cuando vimos a las demás lanzar ‘Holler’ y pensamos: «¿Dónde está el Picante con fuego en la sangre?»
Sí, eliminando la parte sexy que molaba, pero no era del todo necesaria, y centrándose en lo de la demencia. Al fin y al cabo, la locura de Geri Halliwell tampoco es que no fuera vox populi, y ahora que estamos en 2018 la hemos visto hacer el tarado en doscientas ocasiones: con speeches imposibles, en ‘Spice World: The Movie’, en aquellos Brits en los que apareció saliendo de una entrepierna, cuando creyó que ‘Passion’ funcionaría, cuando fue de novelista infantil…
Así hubiera quedado la cosa de haberse colocado la foto entera. Una pequeña ampliación para Geri, una gran ampliación para el público Picante.
Dicho lo cual, ¿amáis ‘Schizophonic’ o se la damos regalada a David?
