¡Es una soenio latino!

‘Mi Chico Latino’, Geri Halliwell volvía a Huesca con el bikini y las maracas

‘Mi Chico Latino’, Geri Halliwell volvía a Huesca con el bikini y las maracas

Saca tu mejor par de maracas y el vestido de volantes, porque estás leyendo «¡Es una soenio latino!», la sección en la que desgranaremos momentos del pop en el que los artistas abrazaron su punto más latino. Saca las enchiladas del microondas -o donde quiera que se cocinen-, recuéstate frente a un cactus y vamos allá.

 

La canción, ‘Mi Chico Latino’


A finales de los 90, lo latino estaba de moda: Ricky Martin había impuesto el golpe de cadera en el pop y se perfilaba como una de las mayores estrellas del pop del planeta. Y con el, la fiebre del latineo se extendió a todos: a Jennifer Lopez, a Gloria Estefan, a Debelah Morgan, Enrique Iglesias, Spice Girls… y claro, la propia Geri Halliwell, causante del furor hispano entre las chicas picantes, también debía tener su momento latino en solitario.

Había dejado a las chicas plantadas con la gira americana pendiente para ‘Spiceworld’, donde sonarían ‘Spice Up Your Life’ o ‘VivaForever’ -ambas de influencia latina-, para promocionar su propio proyecto, ‘Schizophonic’. Y hoy hablamos del segundo single del mismo, ‘Mi Chico Latino’. Una canción que no iba a ser single, porque el sello quería una balada y el equipo de producción el sonido más Spice de ‘Bag It Up’. Todo porque, ojo, ‘Look At Me’ no había sido #1. Benditos años 90, donde cualquier cosa que no fuera el #1 era un fail. Hoy día eres #18 y ya estás dando palmas con los meñiques.

Geri mezcló la castañuela con la guitarra flamenca, las palmas y su acento confuso entre una mujer rusa y el pretendido homenaje a su madre, oscense de nacimiento. En cierto modo inventó a Nathy Peluso mucho antes de que supiéramos si el FMI comía o no de su sopa.  ‘Mi Chico Latino‘ era un poco ‘Bailamos’ y un poco ‘La Isla Bonita’, pero Geri se inventó que la había compuesto en 1998, mucho antes de que la fiebre latina estallara. La clásica excusa de «wow, un timing perfecto en realidad, no se cómo ha podido pasar».

La produjeron y co-escribieron -es decir, que la compusieron realmente ellos- los Absolute, que venían de trabajar con Tina Turner, Boyzone o las propias Spice en su primer y segundo álbum, y el verso de arranque de «¿dónde está el hombre con fuego en la sangre?» se lo dio Ana María Hidalgo, madre de Geri, cuando esta le preguntó por algo romático que decir en español.

 

Lo mejor de los lyrics


Ay, qué sueño
dulce y pequeño,
yo no sé, yo no sé,
pero no es un cuento
mi corazón con tormento.
Chico latino te quiero
o simplemente deseo
yo no lo sé el camino
es un sueño latino.

Es evidente que hemos optado por transcribir la canción con lo que se supone que dice y no con lo que realmente dice, porque de lo contrario, veríais escrito el propio nombre de esta sección. Geri Halliwell saber español no sabía, pero pronunciarlo… tampoco. Es decir, ella fue incapaz de hacerse un Christina Aguilera o un Beyoncé y conseguir que pareciese manejar el idioma, que diría Lauren Jauregui.

Ella lo que hizo fue más bien un Selena Gomez, con su español incomprensible, tratando de dotar de su punto telenovelesco al tema, con frases en español que ningún español en su sano juicio utilizaría en una situación romántica, como «no es un cuento mi corazón con tormento». Por supuesto que no lo es, Geri. Lo que es, es una obra de varios tomos que podría considerarse novela de ciencia-ficción.

Ella le puso todo el empeño, pensando que sonaba tan pasional como lo haría luego Toni Braxton en ‘Spanish Guitar‘ -esa para otro día-, pero realmente la pobre Geri parecía una turista alemana perdida en Magaluf en busca de su último contacto en Tinder.

 

Cómo de latino se intuye


Es una canción que Geri ilustró con una yate en medio del mar, pero que realmente más bien se intuye como de borrachera universitaria, cuando uno ha sacado su poncho de Guadalajara y quiere acompañar a sus amigos a la guitarra en el salón. Y en esta situación, con el calor del Licor 43 que le corre por las venas, se arranca por un zapateado creyéndose Joaquín Cortes para cuando comienza el segundo verso.

Los vecinos de abajo corren a llamar a la policía, que para cuando llega a la escena ya no encuentra nada, porque en el aleatorio ha saltado ‘Lift Me Up’ y los de la fiesta latina ya se han puesto un jersey de angora y duermen en el suelo entre restos de Doritos.

 

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