En 2013, Cher reaparecía tras 12 largos años de silencio con un disco que, sin vender cifras millonarias, volvió a posicionarla como una de las divas más a tener en cuenta del panorama pop.

Hace ya un año que Katy Perry lanzaba ‘Witness’, un álbum que ha conseguido salvar los muebles a largo plazo, pero sigue a una enorme distancia del impacto de sus antecesores.

Madonna se pasa a los arreglos urban en ‘Hard Candy’, un disco arriesgado, quizá fuera de plazos, que se ha visto reforzado con el paso de los años.

Jamelia se tomaba su tiempo en su tercer lanzamiento, y rompía tres años de silencio con un tema pop-rock que descolocó a su público, incapaz de retomar el pulso a ‘Walk With Me’. Una pena.

La cantante de Aqua rompía con su banda en 2001, y dos años después, probaba suerte en solitario sin demasiado acierto, pero firmando un álbum que merece bastante más reconocimiento.

Kylie Minogue se reinventaba en 2003 y dejaba atrás los discos de crucero y la electrónica de hits para dar una vuelta de tuerca a su sonido y llevarlo a 1984.

El cuarteto británico All Saints ha vivido más comebacks que Cher giras de despedida: el primero de ellos, con ‘Studio 1’, fue un apetitoso «fraude», según las chicas.

Vengaboys son muy recordados por ‘Boom Boom Boom Boom’, pero señores, hagamos el favor de recordar el momento en el que grabaron un álbum repleto de singles.

Corría el año 2000, Spice Girls tenían que cancelar sus planes por la marcha de Geri Halliwell y su sonido derivó en un disco lógicamente incomprendido en aquel entonces.

A Alexandra Burke la aventura dance de su segundo álbum le costó más de un disgusto: la ruptura con su sello, su propio descontente y en final de una prometedora carrera discográfica.