Crítica

‘Camila’ | El más-vale-tarde que presenta a una enfocada Camila Cabello

‘Camila’ | El más-vale-tarde que presenta a una enfocada Camila Cabello

Qué complicado el proyecto de Camila Cabello, y es que la otrora componente de Fifth Harmony no ha llegado precisamente galopando por un camino de rosas: su separación de la banda dejó su imagen pública algo tocada, algo los esfuerzos de ellas por quedar aún peor que Cabello terminaron haciendo de ella la relativamente buena de la batalla, su primer par de singles falló tanto que ni siquiera los ha incluido como bonus tracks en su debut, y la duda sobre cuál era su papel en el actual panorama musical la persiguió hasta el lanzamiento de ‘Havana’.

El single consiguió despuntar en listas, y acabó convertido en uno de los mayores hits de 2017 a escala global, algo que forzó a Camila a regrabar pistas de su disco para adecuarlas al sonido que sí había conseguido colarla en el candelero. Y de hecho, no hay duda alguna de cuáles son las canciones post-‘Havana’ y cuales las pre.

Con eso y todo, y partiendo del camino rocoso al que tenía que enfrentarse para publicar su debut y no quedar como una auténtica perdedora, Cabello ha sacado fuerzas y ha presentado un disco breve, conciso, y con la suficiente credibilidad, haciendo frente a todos los pronósticos.

Antes de seguir hablando de él, pasemos a revisar cuáles han sido nuestros tres temas favorito de ‘Camila’.

 

She Loves Control

El caso perfecto de las propuestas post-‘Havana’. Camila Cabello se lanza a un número reguetón sin concesiones, sin disfraces, directo, y a pesar de todo, extremadamente pop. Porque obviamente lo latino es el nuevo pop, y quién mejor que ella, Dios mío, para aprovechar semejante tsunami caribeño. Cabello se muestra como pez en el agua con esta composición por la que Shakira volvería rogando, llorando con los ojos secos, y hablando de ella.

La voz rasgada de Camila se deja ver, además, más personal que en prácticamente el álbum entero, en el estribillo de la canción, de los singles más evidentes del álbum (ojo, es top40 en los midweeks británicos). Como dato curioso, Cabello ha dejado a los mandos del barco a Skrillex, que parece manejarse tan bien por estos lares como en la electrónica más machacona.

 

Havana

La canción clave no del álbum, pero si de lo que estará por venir en la carrera de Cabello. Su transito a la millennial Jennifer Lopez, la Gloria Estefan de la generación de los 2000les tiene que ser un hecho. Es lo único curioso del álbum, que posiblemente por las prisas del cambio, hayan faltado más singles redondos como ‘Havana’.

‘Havana’ lo tiene todo, era un single obvio desde la primera escucha -aunque ella y su equipo apostaran por una ‘OMG’ fuera ya del proyecto-: el rap perfectamente cuadrado, el sonido folclórico entrelazado de forma magistral con una base pop salsera, las raíces, los bailable cruzado con el medio tiempo sensual. ‘Havana’, con cada escucha, es cada vez más irresistible.

 

Into It

Dos pesos pesados de la industria han colaborado con Cabello para dar forma a nuestra tercera elección, ‘I’m Into It’. Se trata del compositor Justin Tranter y el líder de OneRepublic Ryan Tedder. Y es curioso, como la mano de ambos se deja entrever en la canción, que sin embargo, tiene todos los rasgos de lo que empieza a ser el clásico Cabello, con la mezcla entre falsetes, el fraseo rapido y el belting más melódico. Cuando hablamos de una transformación de Cabello en Lopez, no es que la imaginemos en su vertiente más latina o shaking her marracas, es que podría desenvolverse en ritmos latinos tan bien como en este corte con más toques urbanos y salir bien parada. La canción que cierra el álbum es de las más redondas del trabajo, sin llegar siquiera a los 3 minutos

 

Y es que una de las grandes ventajas de ‘Camila’ es su brevedad. Apenas 10 temas y un radio edit de ‘Never Be The Same’ incluido para duplicar sus streams con cada escucha que permiten que el disco entero resulte disfrutable. Y no es precisamente que le sobren las grandes canciones, que podríamos contar con los dedos de una mano, sino que las que no brillan tanto están bien colocadas y no resultan molestas en la media hora de escucha.

Al fin y al cabo, aunque los temas pre-‘Havana’ se mueven en términos más ‘Purpose’, más en el hilo de la canción de Ed Sheeran aplicada al pop más radio-friendly (‘Real Friends’ o ‘All These Years’, indudablemente influenciadas por el efecto ‘Love Yourself’), o la balada más predecible (mejor la delicada ‘Consequences’ que ‘Something’s Gotta Give’), y no lucen tanto, el disco no se alarga tanto como para necesitar pulsar el skip.

Además, hay cortes intermedios que levantan los ánimos: la tropical ‘Inside Out’ o la Taylorswiftesca ‘In The Dark’ despiertan al oyente y recupera la emoción de la escucha de ‘Camila’. Como decimos, todo resulta rápido y disfrutable. Una brevedad que es, además, aplicable al proyecto completo: abrimos las apuestas, pero estamos seguros de que habrá un segundo álbum de Camila antes de que termine 2018 o recién arrancado 2019. Porque esto es una carta de presentación, diseñada, rediseñada y puesta a la venta para que conozcamos el primer paso a dar.

‘Camila’ no es redondo, pero sí es coherente; ha hecho lo posible por reaccionar a un cambio de estilo que el público le ha pedido sin abandonar lo que ella quería presentar, y ha conseguido salir airosa del mixing. Es digno de, por lo menos, un aplauso.

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