Blas Cantó ha hablado de Eurovisión 2021. Para que luego digáis que Televisión Española no prepara las candidaturas con tiempo suficiente. En cuanto les hacéis repetir candidato y equipo sí que lo hacen. ¿Veis? Ahí está el truco, tenemos que enviar a los artistas dos años seguidos. El primer año serán bottom 5 y el segundo, con más tiempo y precisión para hacer las cosas, pueden aspirar a un puesto 19º maravilloso. Que os reiréis, pero va a hacer 7 años que no vemos una posición tan buena.
Recuperemos el hilo: Blas Cantó ha concedido una entrevista a través del Instagram de EurovisiónTVE y efectivamente, ya ha dado carpetazo a ‘Universo’. Que oye, ni Flash Gordon corre tanto, que faltaría una quincena para el actual Festival y ya hemos asumido que hay que ir con algo completamente distinto a la propuesta de 2020:
«Tenemos varias ideas, pero aún no sabemos lo que vamos a hacer. (…) Queda un año entero, el universo siempre tiene su plan, así que gracias por la oportunidad de mejorar y hacer algo que nos llene el corazón. (…) Hay ciertos sonidos de la producción que pueden quedarse, porque esto estaba muy cuidado por un equipo maravilloso.
No creo que (la canción del próximo año) tenga nada que ver con ‘Universo’, no queremos que tenga nada que ver con ‘Universo’. Es un nuevo día, tiene que ser algo totalmente nuevo. No sé cómo será la canción, pero que no me esperen bailando, porque yo no sé bailar.»
La entrevista tiene otros highlights, como esos en los que de pronto Alejandro Fernández posee el cuerpo de Blas Cantó, olvida cancelar el mariachi, y suelta cosas del tipo «este…», «buena vibra» o «se los deseo de corazón».
Esta última expresión, de hecho, la utiliza justo cuando habla de su problema con la ansiedad y cuando, de forma en absoluto pasivo-agresiva, se dirige a la gente que le ha discutido diciendo que espera que nunca tengan que pasar por ello o se les cierre la garganta a raíz de eso. La tensión llega a alcanzar tal punto que tememos que en pleno directo, una katana salga disparada de las manos de Cantó y se dedique a rebanar cuellos.
No lo hace porque si algo ha aprendido en todo este tiempo mirando la carátula de una agenda de Mr. Wonderful, es a enviar mensajes likeable del estilo de «somos el universo», «somos amor», «somos luz». Y él quiere ver luz. Y poder pintar de color un nuevo amanecer. Vivir. Amar. Sentir. Saber.
