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Anuel AA y Karol G desmienten en redes el haber sido críticos -y tránsfobos- con el vídeo de Bad Bunny

Anuel AA y Karol G desmienten en redes el haber sido críticos -y tránsfobos- con el vídeo de Bad Bunny

Tenemos salseo urban-latino. Hija, es que el rollo Britney VS Christina está totalmente demodé en tiempos feministas, de modo que dejémosle a ellos tirarse ahora de los pelos, que van más a saco y acaban haciendo mucho más el ridículo. La vichyssoise de hoy la han preparado Anuel AA y Bad Bunny, aunque por relación sentimental, un tsumani de heces ha terminado cayéndole encima a Karol G, que ha pasado varias horas tratando de quedarse fuera de una narrativa de la que ella no pretendía ser parte. Hizo toro este ianto por nara. 

 

Cómo arranca la historia

Bad Bunny estrena el vídeo de ‘Yo Perreo Sola’. En el clip, el artista se traviste de mujer y envía también varios mensajes feministas al público urbano. Consigue el aplauso del público, pero Anuel AA cuelga varios mensajes en sus redes sociales que parecen aludir al estreno del clip:

La mención a los «ideales» y al «ser raros con cojones» pone el foco directamente en el vídeo de Benito, que parece estar siendo discutido por Anuel, aunque bien es cierto que en sus stories en Instagram no existe una mención explícita al clip. Corre también como la pólvora otra imagen, que tardó poco en ser desmentida como real, en la que Anuel habría lanzado un mensaje tránsfobo, alegando que Bad Bunny estaría «jugando a los transformers».

Minutos después, otro puñado de tuits supuestamente borrados de Karol G ven la luz. En ellos, la artista comentaría que ellos «son una pareja tradicional», y que «si naciste hombre sigues siendo hombre». La cantante en seguida reacciona alegando que los mensajes son falsos, y varios fans demuestran que lo son en base a sus likes, RTs y hora de publicación.

 

Cómo reaccionan los protagonistas

Anuel respondió a través de Twitter con dos mensajes: uno, comentando que su tuit sobre «transformers» era falso y criticando a los que se inventaban las capturas, y otro, aclarando que las declaraciones de Karol G en la red social eran también falsas. De paso, aclaró que «Dios lo sigue bendiciendo», para que todos nos quedáramos bastante más tranquilos y durmiéramos bien.

 

Karol G también escogió Twitter para su defensa. En la red social aseguró que no tiene problemas que Bad Bunny, a quien admira, y aprovechó para hacer un alegato pro LGTB+ banderita incluida, a medio camino entre el «tengo muchos amigos gays» y el acierto.

 

Benito, por su parte, sólo publicó un críptico tuit que no aludía directamente a nadie, pero que parecía apuntar a Anuel:

 

Qué parte nos creemos de todo esto

La de ella. Y pasamos a explicarnos: creemos que él realmente sí colgó los stories referenciando al vídeo de Bad Bunny. O no necesariamente al contenido del mismo, pero sí, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, al artista en cuestión. De ahí que colgara una retahíla de nombres de lo que Anuel consideraba gente buena o amigos en la que el portorriqueño estaba ausente. Porque ya sería casualidad que Anuel entrara en modo rant justo cuando el mundo latino tenía los ojos puestos en Bad Bunny si no quería referirse a él.

¿Por qué, entonces, corre a desmentirlo? Por ella. Porque la polémica la salpicó a ella. Y volvemos a explicarnos, antes de que penséis que estamos tratando a Karol como una damsel in distress que no puede sacarse sus castañas del fuego. Con el perfil de Anuel, quedar de tránsfobo y homófobo es lo de menos, porque el público que lo consume, en un alto porcentaje, no puede estar más desconectado del mundo LGTB+. Es decir, sudan de si el uno le insulta al otro, o el otro se viste de mujer. Su target no está preocupado con estos asuntos. Ni con demasiado asunto social, en realidad.

Pero el de Karol es otro cantar. Karol sí tiene un componente más de riesgo, porque parte de su público son mujeres -de corte generalmente más progre- y público LGTB+. Puede que no una mayoría, pero sí un porcentaje suficiente como para que un mal posicionamiento ideológico haga saltar las alarmas de su management y sello. De modo que ella tuitea desde la convicción y la estrategia por salvarse el culo, y él le echa un cable posicionándose también lejos de la polémica.

¿De no haberse visto ella salpicada, hubiera tuiteado él sobre el tema? Posiblemente no, porque no tenía demasiado que perder entre su público potencial.

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