En los últimos días hemos vivido una de las más dantescas situaciones del pop patrio de las últimas décadas. Andy & Lucas acababan a la gresca con los padres de Gabriel, el niño asesinado en 2017 en Almería, cuando la familia pedía tener conocimiento del uso de la imagen de su hijo durante los conciertos del grupo y Lucas contestaba con la más bochornosa de las respuestas.
Ahora, han querido zanjar el tema durante otro concierto, en el que, efectivamente, ya no han sacado la imagen de Gabriel, pero sí que han terminado lanzando nuevas ráfagas de shade en su discurso. En vez de limitarse a pedir disculpas, como parecía en el arranque de Lucas sobre el escenario, la cosa pronto derivaba a un «lo siento, pero», «pido disculpas, pero es que», con frases del estilo de «que también nos lo podía haber comunicado por privado, pero no pasa nada, toda la culpa es de Andy & Lucas». Una soberbia que todavía tratamos de comprender. No parece que su público -en paz descanse- esté de acuerdo, eso sí, porque parecían aplaudir el derroche de amor propio de Lucas en escena.
Por supuesto, como la disculpa no era suficiente shade, el grupo terminaba agradeciendo, inmediatamente después del comunicado, su apoyo al padre de Mariluz -otra niña asesinada- al escenario. Y es que tan importante es medir el contenido del mensaje como el continente. Lucas alegará ahora que agradecer el apoyo del padre de Mariluz era también «por la causa», pero hacerlo inmediatamente después de semejante mensaje no hace sino sentirse como un desplante, nuevamente, a los padres de Gabriel, en un mensaje tipo «como vosotros no queréis, aquí el padre de otra niña muerta». Verdaderamente atroz.
Y sí, repetimos que no tenemos duda de la buena intención original de Andy & Lucas, incluso de la buena intención de esta pésima disculpa en directo -«grabadlo, que luego lo pondran en la tele cortado» llega a decir en otro bochornoso momento de autobombo-, pero, insistimos: qué importante es decir buenas cosas, y más importante aún decirlas bien.
