Crítica

Anaju se entrega al grandioso minimalismo de ‘Mood’

Anaju se entrega al grandioso minimalismo de ‘Mood’

Anaju ha formado parte de una última generación de triunfitos que parecía tener su perfil bastante claro una vez abandonada la Academia. Algunos con mayor o menos suerte y mayor o menor tino, pero la mayoría de proyectos salidos de ‘OT 2020’ han tenido una diana a la vista.

Lo suyo no es una excepción, y la cantante se presenta con un proyecto, ‘Mood’, en el que se la reconoce rápidamente. Anaju no sólo es autora o co-autora de las seis canciones del proyecto, sino que es también la directora de arte del mismo, algo muy destacable en su caso, porque el packaging del EP es más que reseñable.

‘Mood’ trata de aunar dos estados de ánimo, como indica el logo de la carátula, con un emoji sonriente y uno triste, en dos packs de tres canciones por lado.

 

El gusto por la estética

El trabajo está trenzado con un sentido global, a pesar de estar dividido en dos partes. Anaju demuestra que su gusto por la estética se traslada más allá de la imagen y las producciones de los Juno para ‘Carbón’, un tema sobre la perdida de un padre que hace un guiño al ‘Catalina’ de Rosalía (cuenta Anaju que imaginó esta historia para interpretar la canción en ‘OT’); o de Raül Refree para la tremendamente sutil y emocionante ‘Rota’, combinan muy bien con el buerollismo de Bronquio para ‘Ese O Ese’ o el la luminosidad que traslada ‘El Mensaje’, con autoría única de Anaju.

El disco separa los lados, pero une lazos con un mismo hilo de arreglos medidos, muy acompasados a la voz, dejando que sea ella la protagonista principal del disco y guía de cada canción. Precisamente de ahí que su control de la voz en la más urbana ‘Tan Lento’ o en la hipnótica ‘Si Supieras’, de inspiración más James Blake, sean clave para el desarollo y disfrute de ‘Mood’.

 

El bop sin salirse totalmente del tiesto

Lo interesante de ‘Mood’ es ver cómo Anaju permite que los destellos de pop sin prejuicios salen a la luz en algo, a priori, tan planteado como relativamente conceptual. ‘Ese O Ese’, la canción que abre el disco, es una propuesta despreocupada, fresca, con un estribillo machacón y tremendamente pegadizo, que combina muy bien con ‘El Mensaje’, no tan bailable pero sí igualmente pegajosa gracias a la pequeña incorporación del catalán del estribillo («ens veiem a la tornada», repite como parte de un mensaje en el contestador) y los arreglos de palmas ligeramente sixties en prácticamente toda la canción.

 

 

El principal ‘pero’ que puede sacársele al disco es que Anaju forma parte de una generación de muchachas que han hecho del fraseo sutil y los beats minimalistas un género en sí. Y necesita una fórmula que rompa con ese marco tan prostituido a estas alturas y la lance a un terreno más propio, más reconocible.

Eso sí, en el camino, nos quedamos con media docena de canciones coherentes, cohesivas, pensadas con un plan y ejecutadas con una brillantez poco usual en una debutante. Anaju ha elegido muy bien su cartas para presentarse, y la recompensa debería ser la oportunidad de hacer brillar su jugada en un largo completo.

 

Temas clave: ‘Ese O Ese’, ‘Rota’, ‘El Mensaje’

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