Como bien sabréis, porque si no ya nos diréis cómo narices habéis llegado a leer esto, Antoinette Le Fantastique está siendo la reina de la caída capilar paulatina previa a la llegada de su nuevo álbum, ‘Loveaholic’, la semana que viene. Ella se está preocupando de que, en vez de salir todas volando al tiempo, causando una contaminación atmosférica y un tapado del Sol nunca antes visto, las pelucas vayan liberando pelo poco a poco con cada promo single. Ella es CEO de Greenpeace, el ecologismo con senos.
Pero centrémonos, porque Antoñita ain’t out of the woods yet: acaba de lanzar ‘Bring Back The New’ como el último de los aperitivos del álbum antes de que nos demos la merendola completa, y creemos que este es el tema que más nos ha gustado desde ‘Good Girls Don’t Lie’. Que oye, ‘My Last Song’ y ‘Love On The Brain’ estaban bien, pero esta mola más. En parte, posiblemente, porque es la más coherente con el primer single, con esos arreglos pop que terminan derivando en una banda tributo a Bon Jovi que toca en tu barrio y dices «pues mira, lo hacen guay». Sabemos que eso no pasaría nunca en la vida real, pero esto es nuestro mundo, y en nuestro mundo las bandas tributo a Bon Jovi molan. Incluso Bon Jovi.
Antoñita te anima a dejar lo viejo a un lado y traer lo nuevo de vuelta, que puede no ser el mejor lema para un geriátrico o la discografia de Madonna, pero sí le sirve a ella: ‘Bring Back The New’ la presenta como rockera de los ochenta melena al viento y cardado teñido de azul con sprays de escasa fiabilidad. Y esa es la Ruth que imaginábamos cuando todo el Raspberry Pattern post ‘The X Factor’, cuando ella dejó sin firmar aquel contrato de 326 millones de libras a cambio de 42,7 álbumes de estudio con Syco.
Pues bien, ha tardado una década en llegar, pero señoras y señores, ya está aquí.
